Lo que no logran en las urnas, lo persiguen con maniobras políticas en los escritorios. Que quede claro: no salimos por corrupción, no nos apropiamos de bienes públicos ni cometimos delito alguno. Anulan la elección basándose en una supuesta doble militancia, sustentada en un video editado con fines publicitarios y periodísticos. Así, 306 mil votos son burlados por un tecnicismo, en una clara persecución contra Fuerza Ciudadana.
Los narco clanes que usurparon la alcaldía, con el respaldo del Consejo de Estado, se dispararon en el pie. Ahora, el pueblo tendrá la palabra nuevamente. Es hora de sacarlos del Senado, despojarlos de sus plataformas en cámara de representantes y ganar con más fuerza las elecciones atípicas a la Gobernación. Estaremos atentos a la decisión de esos mismos magistrados sobre el robo de la alcaldía de Santa Marta.